Una gran cantidad de personas prefieren usar lentes de contacto por razones estéticas o comodidad. Sin embargo, estos pueden traer algunos riesgos si no se toman medidas preventivas adecuadas y a tiempo.

Existen bacterias y un sin fín de microorganismos que pueden adherirse a estos delgados discos de plástico transparentes. Debido a esto, la salud de los ojos está en riesgo de manera constante. Algunos de ellos pueden ser:

#1.      Maltrato de la córnea

Existen una gran variedad de lentillas diseñadas para un uso prolongado. Sin embargo, algunas pueden generar irritación en la cubierta externa del ojo, es decir, en la córnea. Esto hace que quede vulnerable y expuesta a infecciones.

Antes de dormir, debes retirarlas pues no es aconsejable usarlas durante largo tiempo. Mientras duermes, podrías estrujar tus ojos y generar fricción. Esto provoca un leve maltrato en las corneas.

Recuerda que ellas son un cuerpo extraño dentro de tu cuerpo. Debes ser muy cuidadoso con su uso para evitar reacciones desagradables e incómodas.

#2.      Úlceras corneales

Una úlcera corneal no es más que una herida abierta en la córnea. Algunas personas pueden desarrollar estas heridas debido aluso prolongado de las lentillas. Estas pueden generar pérdida de tejidos. Si esto ocurre se denomina “lesión corneal”

Generalmente, las úlceras comienzan con infecciones menores o debido a una sequedad ocular extrema. Los síntomas que acompañan a estas úlceras son: enrojecimiento, fuerte dolor y molestias, lagrimeo, visión borrosa, sensibilidad, hinchazón y manchas blancas en la córnea.

Las úlceras pueden causar daños severos y permanentes en la visión. Debes estar atento a cualquier síntoma extraño que presenten tus ojos luego de usar las lentillas. No olvides que tus ojos son delicados y visita con frecuencia al oftalmólogo.

#3.      Queratitis

La inflamación de la córnea es denominada queratitis. Esta se trata de una infección producida por una bacteria denominada Acanthamoeba. Esta bacteria se encuentra en el agua y suele alojarse en las lentillas.

Los síntomas comunes son enrojecimiento, dolor, disminución de la visión, dificultad para parpadear, lagrimeo e inflamación. Debes estar atento a estos síntomas pues son comunes en diferentes afecciones oculares. Lo mejor es acudir al médico.

Cada vez que te duches o vayas a nadar, es preferible que las retires antes de que entren en contacto con el agua. Si quieres nadar, podrías usar gafas de natación para cubrir muy bien tus ojos y evitar infecciones.

#4.      Hipoxia corneal

La hipoxia corneal se trata de una afección que no permite la oxigenación de las células en la córnea. A su vez, esto produce la muerte de las células que habitan allí. Esto puede ocurrir cuando los lentes de contacto se usan durante muchas horas seguidas.

Los delgados discos de plástico representan una barrera en la córnea, por lo que el ojo no está correctamente oxigenado. Las consecuencias de esta afección son empañamiento de la vista, ardor y sensación de arena dentro de los ojos. Otro síntoma común es el hiperlagrimeo.

La principal medida preventiva recomendada por lo médicos es moderar su uso alternándolo con gafas comunes. Por otra parte, sugieren el uso de lentillas permeables.

#5.      Conjuntivitis papilar gigante

La causa de esta afección es una reacción alérgica que sufren algunas personas a los materiales de las lentes. Si luego de usarlas, notas una secreción viscosa cerca del lagrimal, debes preocuparte.

Si no se retiran, la secreción comenzará a aumentar. Seguido de esto, los ojos comenzarán a sentir ardor para finalmente desatarse un fuerte dolor ocular. En algunos casos más graves la visión se torna borrosa.

Cada vez que las utilices debes estar alerta ante este tipo de síntomas y consultar con el oftalmólogo.

¿Cómo prevenir los riesgos?

Como ya he mencionado, bacterias y organismos nocivos tienden a alojarse en las lentillas. Esto puede generar incomodidad, infecciones y enfermedades en el ojo. Para prevenirlo debes desinfectarlas constantemente.

Se recomienda comprar una solución especial y sumergir las lentillas en ella por un tiempo considerable. Esa solución debe desecharse cada vez que se utilice. Es importante que los productos utilizados sean recomendados por el oftalmólogo.

Asimismo, asegúrate de descartar que eres alérgico a alguno de los componentes del lente. Pídele al oftalmólogo un examen preventivo y que te recomiende lentillas del mejor material que además sean permeables.

Por otra parte, la caja que utilices para almacenarlas debe dejarse abierta y sustituirse mensualmente. Asimismo, debes lavar el estuche semanalmente usando la solución y un cepillo dental especial para esta actividad. Las manos también deben estar limpias.

¡Consejos finales!

  • No utilices agua corriente para lavarlas.
  • Siempre ten a la mano tu kit de limpieza.
  • No utilices saliva para humedecerlos, ¡por favor no lo hagas!
  • Mantente alerta ante cualquier síntoma extraño en tus ojos.
  • Tampoco los retires de tus ojos sin antes lavarte muy bien las manos. Recuerda que la higiene es lo primordial.
  • Visita regularmente al oftalmólogo.
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