La palabra RUMBA es sinónimo de disfrute, de salida a centros nocturnos, clubes, discotecas, antros y fiestas donde la meta es divertirte a más no poder. Sin embargo, hay un “pequeño” detalle: tus lentes de contacto, pues no quieres perder uno cada vez que salgas a divertirte.
Pero ¿cómo hacerlo? No usarlos es imposible, ellos forman parte de tu personalidad y los necesitas hasta para divertirte. Es decir como salir de rumba con los lentes de contacto puestos y no perderlos.
El problema radica en que durante estos períodos de diversión se producen circunstancias en las que no solo la integridad de los pupilentes se ve comprometida, sino también tu salud visual.
¿Cómo se puede perder o dañar un lente de contacto o tu salud visual durante una rumba?
Hoy en día son muy populares las fiestas de espuma para antros y discotecas. Realmente te la pasas bien viendo la espuma cayendo por todas partes, como si fueran inmensos copos de nieve. Es sumamente divertido jugar con ella lanzándosela a tus amigos.
Sin embargo, ¡Cuidado! no sabes sus efectos sobre tus ojos y especialmente en las lentillas.
En primer lugar, aunque ciertamente no es un jabón común y corriente con la que se fabrica esta espuma y está clínicamente probada su inocuidad sobre la piel, no pasa lo mismo con los pupilentes y tus ojos.
De hecho, en muchos países, a pesar de su popularidad, existe prohibición para el lanzamiento de espuma durante celebraciones y desfiles, especialmente si se encuentran niños, porque está comprobado que se trata de un producto irritante de la mucosa ocular y causante de conjuntivitis.
Para entender porque esta popular espuma fiestera es enemiga de los ojos y las lentillas basta saber que su componente principal es el lauril éter sulfato sódico, la misma sustancia que se utiliza para elaborar el champú, pasta de dientes, jabones…
Ciertamente has sentido que estos productos cuando caen en tu piel o cuero cabelludo los efectos son bastante agradables, pero cuando te cae champú, jabón o pasta dental en los ojos el ardor es insoportable.
De modo que si te encuentras en una fiesta y empiezan las máquinas a lanzar espuma, puedes seguir divirtiéndote pero teniendo en cuenta que si la misma llega a tus ojos lo más seguro es que empieces a sentir ardor.
Para aliviar el ardor deberás quitarte las lentillas y enjuagarte con abundante agua. En cuanto a las pupilentes debes descontaminarlas de las sustancias que forman la espuma o desecharlas si son lentillas de uso diario.
Sin embargo, la espuma no es el único agente contaminante al cual se ven expuestos los lentes de contacto cuando salimos de fiesta. Hay un enemigo más mortal: el humo del tabaco.
¿Cuáles son los efectos del humo, cenizas y la nicotina sobre las lentillas y tu salud visual?
Cuando vamos a un antro puede que nos encontremos con una atmosfera llena de humo y mucha gente animada que nos invita a pasarla bien, pero al cabo de un tiempo empezamos a sentir molestias en los ojos ¿sabes por qué?
Es culpa de los casi 4 mil compuestos que forman el humo del tabaco y que además de ser tóxicos estos componentes tienen la propiedad de irritar la conjuntiva.
En primer lugar, este humo tóxico irrita las terminaciones nerviosas y seca la córnea, produciendo escozor y ardor.
Aunque no está demostrado fehacientemente la capacidad que posee el humo del tabaco para contaminar el lente de contacto, si se sabe que las volutas transportan microparticulas que tienden a adherirse a la superficie del lente y que además de empañarlo reducen su vida útil.
Sin embargo, el gran problema que generan las fiestas donde hay mucho humo de tabaco es la queratitis microbiana, puesto que al secarse los ojos los pupilentes dejan de estar lubricados y se reduce la transferencia de oxigeno entre éste y la córnea, aumentando el riesgo de una infección ocular.
Otro factor a considerar si vas a salir de rumba con los lentes de contacto puestos es la ingesta de alcohol, y es que cómo hablar de fiestas sin que probemos una copitas.
Pero así como dicen cuando bebas no conduzcas debería decirse lo mismo con respecto a las lentillas: Cuando te pongas lentillas no te emborraches, porque de seguro tendrás problemas.
Cuando nos hemos pasado un poco de copas nuestras habilidades manuales no son las mismas, por mucha práctica que tengamos, y de seguro llegará el momento que los pupilentes empiezan a molestar y querrás quitártelos y guardarlos, pero será como comer con guantes de box puestos.